Este año, la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP) celebra en España un acontecimiento destacado: el 175º aniversario de su fundación, un legado que comenzó con Santiago de Masarnau. Activa en el país, la ONG lleva a cabo más de 200 proyectos sociales que benefician a cerca de 157.000 personas en situación de vulnerabilidad. Este aniversario tiene como objetivo concienciar sobre el creciente problema de la soledad no deseada en España.
Bajo el lema «Tu abrazo cambia vidas», se han programado una serie de actividades informativas, culturales y deportivas en diversas localidades entre el 16 y el 25 de mayo. Los socios y voluntarios de la SSVP tomarán las calles para celebrar estos 175 años de labor, destacando los programas que abordan la soledad.
Las festividades tendrán lugar en varias comunidades autónomas, como la Comunidad de Madrid, Andalucía y Cataluña. Se organizarán mesas informativas, talleres, mercadillos solidarios, carreras benéficas y eventos musicales para atraer a todo tipo de público.
El día central de las celebraciones será el 23 de mayo, aunque las actividades comienzan antes y continúan después. El objetivo es visibilizar la realidad de la soledad no deseada y concienciar a la población sobre esta problemática, además de dar a conocer la labor de la SSVP.
La ONG invita a más personas a unirse a la causa, ya sea a través del voluntariado, donaciones o apoyando iniciativas locales que transforman vidas. Con una fuerte presencia en las calles, la SSVP se presenta como un símbolo de humanidad y compromiso con quienes están en situación de vulnerabilidad.
Fundada en París en 1833, esta organización humanitaria está presente en 155 países, con 800.000 socios y 1.500.000 voluntarios, brindando apoyo diario a más de 30 millones de personas a nivel global. En España, casi 3.000 socios y voluntarios trabajan en proyectos que abarcan desde el apoyo a familias y mayores hasta personas sin hogar y migrantes. La SSVP, reconocida por sus estándares de calidad, también participa en entidades internacionales como la UNESCO y la ONU, destacando su compromiso global con el bienestar social.