La Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con cerca de 2000 radares en las carreteras españolas, de los cuales más de la mitad son fijos, incumpliendo algunos de ellos la normativa de la Ley de Carreteras en cuanto a la distancia con los guardarraíles. Ante esta situación, la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas ha solicitado una multa de 60.004 euros para Pere Navarro, director general de Tráfico. Según la normativa UNE 1317 y la orden circular 35/2014, los cinemómetros deben situarse al menos a 1,3 metros de las barreras metálicas para garantizar su eficacia en caso de impacto. Varios radares, incluidos los ubicados en la N-340 en los kilómetros 1003,35 y 1010, y en la N-238 en el km 4,990, no cumplen con esta exigencia, siendo potencialmente peligrosos. Además, se destaca que algunos cinemómetros, como los situados en la A-381 y la A-55, representan ubicaciones complejas y resultan ser los más sancionadores debido a sus limitaciones de velocidad y localizaciones estratégicas.
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