En medio de una tensa situación diplomática, varios miembros del comando de campaña de oposición en Venezuela cumplen nueve meses refugiados en la embajada argentina en Caracas. Estos opositores, perseguidos políticos según sus declaraciones, denunciaron a través de una videoconferencia que su situación ha empeorado debido a la creciente persecución del gobierno venezolano, que incluye vigilancia con drones y presencia de agentes armados alrededor del recinto diplomático. Desde su refugio, donde la vigilancia se ha intensificado tras la ruptura de relaciones entre Argentina y Venezuela, han solicitado apoyo y salvoconductos a Argentina y Brasil para garantizar su seguridad y poder salir del país. La residencia, ahora bajo custodia de Brasil, enfrenta retos logísticos, como cortes de electricidad y restricciones en el suministro de agua.
La situación en Venezuela se ha vuelto más crítica tras las elecciones que dieron el triunfo a Nicolás Maduro, desconocido por varios países, incluido Argentina. La tensión no solo afecta a los refugiados en la embajada, sino también a los más de 2,000 detenidos que protestaron los resultados electorales, en lo que se considera una ola represiva. La muerte de Jesús Rafael Álvarez en la cárcel de Tocuyito, por falta de atención médica, resalta las condiciones precarias y los abusos dentro de los centros de detención. Este es el segundo informe de fallecimiento entre los opositores arrestados en el contexto post-electoral, aumentando la preocupación internacional sobre la situación de derechos humanos en Venezuela. Mientras tanto, la comunidad internacional observa cómo Brasil mantiene la embajada de Argentina, buscando un tercer país que intervenga en este complejo entramado diplomático.
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