En una ceremonia histórica en Letonia, un batallón mecanizado sueco se ha integrado formalmente bajo el mando de la OTAN, marcando la primera participación de las tropas suecas en territorio letón desde que el país se unió a la Alianza Atlántica en marzo del año anterior. El evento contó con la presencia del primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, quien destacó la cooperación en un contexto internacional incierto, señalando que Suecia no se encuentra en guerra, pero tampoco completamente en paz. Los 500 soldados suecos, llegados mayormente vía ferry y avión, se incorporan a una brigada multinacional de 14 países bajo liderazgo canadiense en la base militar de Adaži, a las afueras de Riga.
El despliegue sucede en un momento de crecientes tensiones en la región del Báltico, tras reportes de sospechas de sabotaje por parte de buques rusos a cables subacuáticos. Si bien el primer ministro sueco, Kristersson, evitó hacer acusaciones directas de sabotaje, sí indicó la gravedad de los «sucesos aleatorios» crecientes. En contraste, la primera ministra letona, Evika Silina, reafirmó que mientras exista agresión rusa, los incidentes continuarán; sin embargo, enfatizó que Letonia no ha sido afectada directamente. Ante esta situación, se ha establecido una respuesta conjunta de la OTAN para enfrentar posibles futuras amenazas, subrayando la importancia de la unidad y cooperación entre los países miembros.
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