Este domingo se cierra un capítulo más en la historia cultural de Madrid con el final de la 40ª edición de Veranos de la Villa, un festival que ha iluminado la capital española con una variada oferta de música, danza, cine y un enfoque especial en la cultura japonesa, invitada de honor de esta edición. La encargada de clausurar este evento no es otra que la emblemática bailarina y coreógrafa Sol Picó, quien conmemora tres décadas como una figura clave de la danza en España, presentando su último espectáculo, «Carrer 024», en el Matadero Madrid.
El nuevo montaje de Picó se presenta como un espectáculo de calle de gran formato, caracterizado por su frescura y contemporaneidad. El uso de grandes escenografías, una marca distintiva en el lenguaje artístico de la coreógrafa, vuelve a hacerse presente. Estas puestas en escena, potentes y emotivas, sirven de telón de fondo para una danza arriesgada y voluptuosa, en fuerte contraste con las imponentes estructuras metálicas que dominan el escenario.
La esencia de «Carrer 024» se desarrolla al ritmo de música clásica en directo, llevando a los espectadores a través de una narrativa coreográfica que explora la paradoja de la soledad en la sociedad actual. La coreografía pone en valor la memoria y la experiencia, destacando la sensación de aislamiento y vacío que tanto afecta a la comunidad contemporánea.
La Plaza Matadero será el escenario donde, mañana, se levanten las últimas notas y movimientos de este festival. Las entradas, que fueron distribuidas de manera gratuita, ya están completamente agotadas, evidenciando la expectación y el interés que ha generado este evento de cierre.
Así, Veranos de la Villa se despide hasta la próxima edición, dejando una huella imborrable y reafirmando su importancia como uno de los eventos culturales más significativos de Madrid.