Cerca de 2.500 personas asistieron anoche en Plaza Matadero a su nuevo gran espectáculo que cerró de forma brillante el festival del Área de Cultura, Turismo y Deporte.
La 40ª edición de Veranos de la Villa, festival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte, llegó ayer a su fin tras un verano lleno de propuestas de música, cine, danza y aproximaciones a la cultura de Japón, país invitado de esta edición. La bailarina y coreógrafa Sol Picó, que celebra treinta años de trayectoria, fue la encargada de despedir esta edición del festival con un espectáculo de calle de gran formato al que asistieron cerca de 2.500 personas.
Anoche, la Plaza de Matadero Madrid fue el escenario del espectáculo «Carrer 024», presentado de forma gratuita y con una asistencia masiva que agotó las entradas. La artista, reconocida por su innovador enfoque en la danza, ofreció un montaje fresco y actual que destacó por el uso de grandes estructuras y música en directo. El público tuvo la libertad de moverse entre la escenografía, creando una experiencia inmersiva y participativa.
El espectáculo, protagonizado por Picó y su compañía, abordó temas profundamente humanos, como la soledad y el aislamiento que afectan a la sociedad actual. A través de la danza, los artistas reflexionaron sobre la importancia de la memoria y la experiencia, ofreciendo una conmovedora puesta en escena que resonó entre los presentes.
Concluyendo esta 40ª edición que abarcó del 9 de julio al 25 de agosto, Veranos de la Villa 2024 dejó una huella significativa en el ámbito cultural de Madrid, ofreciendo un verano repleto de actividades diversas y enriquecedoras. El festival no solo brindó entretenimiento a los habitantes y visitantes de la ciudad, sino que también consolidó su papel como un referente en la promoción de la cultura y las artes.