El futbolista Jamie Vardy ha dejado una marca imborrable en la Premier League, especialmente destacando en su etapa con el Leicester City, equipo con el que se coronó campeón en 2016. A sus 37 años, Vardy continúa siendo uno de los delanteros más destacados y longevos de la liga inglesa, en gran parte gracias a su inusual y meticulosa rutina de preparación previa a los partidos. Esta serie de hábitos será revelada en detalle en un próximo documental que Netflix lanzará sobre su vida. Dentro de su peculiar preparación, Vardy consume un total de tres latas de Red Bull antes de cada juego: una en casa, otra en el estadio y la última justo antes de entrar al campo. Además de la bebida energética, su dieta pre-partido incluye una tortilla de queso y jamón junto con un doble espresso, una combinación que parece ser clave para su energía en el campo.
Pero su preparación no se detiene ahí. Vardy también se dedica a aprender insultos en el idioma nativo de los defensas rivales, una táctica que utiliza para desestabilizar a sus contrincantes y encontrar más fácilmente el camino al gol. Tras los partidos, se cuida con una avanzada técnica de recuperación utilizando una cámara de crioterapia en su hogar, lo que le permite mantener su rendimiento a lo largo de la temporada pese a su edad. Esta excéntrica mezcla de hábitos y tácticas refleja la mentalidad astuta y competitiva que ha llevado a Vardy a escribir su nombre en la historia del fútbol inglés.
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