Snoop Dogg ha vuelto a unir fuerzas con Dr. Dre tras 31 años, lanzando el esperado álbum «Missionary», en un movimiento que rememora la colaboración que impulsó sus carreras con «Doggystyle» en 1993. Este regreso no solo contempla una revisión de los sonidos del hip hop clásico de los noventa, con temas cargados de gangster rap y letras que abordan el sexo y la lujuria, sino que también es un testimonio del impacto duradero que ambos artistas han tenido en la escena musical. A pesar de que Snoop reconoce que Kendrick Lamar ha tomado el relevo en el trono del hip hop de la costa oeste, él y Dre demuestran su vigencia y relevancia, como lo hicieron en el célebre espectáculo del Super Bowl en 2022. «Missionary», con colaboraciones destacadas como Jhené Aiko, Method Man y Smitty, simboliza tanto el legado del rap californiano como el poder que estos artistas aún tienen en la industria musical.
Más allá de la música, Snoop Dogg y Dr. Dre se han consolidado como influyentes empresarios, capitalizando sus éxitos del pasado y expandiendo su presencia en el mercado con productos como la ginebra Still G.I.N, un guiño a su legado musical. La nueva colaboración entre Snoop y Dre no solo se centra en la nostalgia, sino que también busca atraer a una audiencia más diversa y moderna, como se evidencia en el uso de muestras musicales de Sting y Tom Petty, demostrando una fusión de estilos que permite a estos veteranos del rap mantenerse en la cima de la industria. Dre, con una fortuna de aproximadamente 500 millones de dólares, sigue siendo uno de los raperos más ricos, mientras que Snoop se ha convertido en una figura amigable del consumo estadounidense, presente en numerosos productos. Este emprendedor enfoque les ha permitido mantener su relevancia cultural, adaptándose a los tiempos sin perder la esencia que definió su carrera desde los años de pandillas en Los Ángeles.
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