En una vibrante edición de la Amstel Gold Race, Mattias Skjelmose se alzó con la victoria al superar en el sprint final a las estrellas del ciclismo Tadej Pogacar y Remco Evenepoel. La carrera, marcada por emocionantes escapadas y una lucha constante contra el viento, vio cómo Pogacar tomó la delantera tras un ataque junto a Julian Alaphilippe, pero el esloveno no pudo mantener su ventaja frente a la tenacidad del pelotón perseguidor. Evenepoel y Skjelmose unieron fuerzas en los últimos kilómetros para dar caza al líder solitario, y finalmente lo lograron en el Bemelerberg, a 10 kilómetros de la meta.
El desenlace en el Cauberg confirmó el talento estratégico de Skjelmose, quien, a pesar de no ser un especialista en sprints, aprovechó cada oportunidad para conservar energía detrás de sus rivales. Durante la llegada, el danés sorprendió a todos al adelantar a Evenepoel y Pogacar en el último metro, ganando por un estrecho margen en la fotofinish. Tras la carrera, Pogacar reconoció haber tomado riesgos calculados y mostró su deseo de revancha en próximas competiciones. Mientras tanto, Skjelmose destacó lo surrealista de su triunfo, demostrando que la astucia puede superar a la pura fuerza en este deporte lleno de sorpresas.
Leer noticia completa en El Pais.