Este domingo se desarrollaron dos eventos políticos clave en España, marcando la agenda del fin de semana. Por un lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) culminó su 41º Congreso Federal en un ambiente de reafirmación y continuidad, con el líder del partido, Pedro Sánchez, resaltando en su discurso las líneas estratégicas y la fortaleza del núcleo duro de su Ejecutiva, que sigue teniendo a María Jesús Montero y Santos Cerdán como figuras claves. La novedad destacada es la incorporación de Pilar Bernabé como secretaria de Igualdad. El cónclave socialista se caracterizó por duras críticas hacia la oposición, acusándola de asediar al Gobierno con ataques sustentados en «bulos y mentiras».
Por otro lado, en Valladolid, el Partido Popular (PP) concluyó su XXVII Intermunicipal, coincidiendo deliberadamente con el cónclave del PSOE. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tomó la palabra para criticar al Gobierno, centrando su discurso en los casos judiciales que involucran al Ejecutivo de Sánchez. El PP utilizó este encuentro como plataforma para reiterar su denuncia del Congreso socialista, al que tildaron de «Congreso de los imputados», subrayando las tensiones políticas y el ambiente polarizado que domina la escena política española. Ambos eventos reflejan la intensa rivalidad entre las principales fuerzas políticas del país, cada una afianzando sus posiciones frente a sus seguidores y en la arena pública.
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