El cambio de marchas automático se ha convertido en una opción predilecta para los conductores en España, ya que facilita la conducción al permitir manejar el vehículo solo con el pedal del acelerador y el freno. Esta comodidad ha llevado a un aumento en las ventas de automóviles equipados con este tipo de transmisión. Sin embargo, muchos conductores aún desconocen las funciones específicas que indican las letras en la palanca de cambios. La «S» y la «P» son dos de las funciones más confundidas; mientras que la primera se refiere a un modo secuencial que permite un control manual de las marchas, la segunda indica el freno de mano eléctrico usado al estacionar.
A pesar de sus ventajas, como la facilidad de uso, los cambios automáticos presentan desventajas notables. Según el Real Automóvil Club de España, suelen tener un consumo de combustible superior en un 5% en comparación con las cajas manuales, aunque los avances tecnológicos han reducido esta diferencia en años recientes. Asimismo, los costos de mantenimiento y reparación son más altos, y su valor en el mercado también tiende a ser mayor. Otra consideración importante es que los automóviles automáticos no permiten el freno motor, lo que implica una mayor dependencia de las pastillas de freno, además de que la precisión en maniobras como el aparcamiento puede verse comprometida por la falta de un embrague.
Leer noticia completa en 20minutos.