La presidenta Claudia Sheinbaum ha actuado rápidamente para abordar el descontento de los maestros frente a la propuesta de reforma al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en México. Ha convocado a reuniones de trabajo con Rosa Icela Rodríguez, la Secretaria de Gobernación, Martí Batres, director del ISSSTE, y Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación, para analizar las demandas de los docentes. En un esfuerzo por calmar las aguas, Sheinbaum ha asegurado que su gobierno no aprobará ninguna medida que pueda generar desconfianza entre los maestros. «No hay necesidad de movilizaciones, no estamos haciendo nada contra los maestros», declaró la presidenta, quien también reconoció la necesidad de revisar el régimen de pensiones que los docentes consideran injusto.
A pesar de las promesas de diálogo, las protestas de los maestros continuaron con fuerza, destacándose una manifestación frente al Congreso que obligó a los legisladores a buscar «lugares alternos» para continuar trabajando, según Ricardo Monreal, coordinador de la bancada oficialista de Morena. Los docentes exigen el retiro de la reforma, que ven perjudicial para sus derechos laborales. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha anunciado más movilizaciones, mostrando su rechazo hacia las medidas propuestas. Mientras tanto, el trabajo de mesas de diálogo sigue activo, con autoridades afirmando que no se tomarán decisiones apresuradas y que la reforma no afectará a maestras ni trabajadores de base, reiterando la intención de justicia y mejora sin perjudicar al magisterio.
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