El magisterio mexicano ha logrado una significativa victoria al conseguir que la presidenta Claudia Sheinbaum retire la polémica reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSSTE). La medida había generado descontento entre los maestros debido a los cambios propuestos, que incluían un posible aumento en las cuotas de los trabajadores. La decisión de retirarla fue anunciada por Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, con el objetivo de facilitar un acuerdo con el magisterio. En paralelo, el director del ISSSTE, Martí Batres, comunicó la implementación de nuevas medidas en beneficio del profesorado, tales como la condonación de deudas de vivienda y la construcción de más casas de carácter social, aspectos que se establecerán mediante decretos administrativos.
Mientras tanto, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene su convocatoria a un paro nacional de 72 horas, programado para los días 19, 20 y 21 de marzo, en protesta por las reformas. Los dirigentes sindicales, aunque satisfechos con la retirada de la reforma, insisten en continuar presionando al Gobierno para derogar una reforma previa de 2007, restablecer el sistema anterior de pensiones y eliminar la administración de fondos de retiro por AFORES. A pesar de las movilizaciones, los líderes de la CNTE han indicado su disposición a mantener el diálogo con el Ejecutivo, demandando respuestas concretas a sus exigencias. La presidenta Sheinbaum ha reiterado que su administración no implementará medidas que generen desconfianza entre los maestros, asegurando el compromiso de proteger sus derechos laborales y profesionales.
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