La propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México ha resurgido con fuerza, coincidiendo con la conmemoración del 1 de mayo. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció el inicio de mesas de trabajo para discutir la implementación gradual de la medida, prevista para completarse en 2030. Este cambio busca mejorar las condiciones laborales, aunque no se realizará de manera inmediata. El plan fue presentado en un acto en el Palacio Nacional, donde Sheinbaum se dirigió a los principales líderes sindicales del país, subrayando la importancia de un acuerdo consensuado y beneficioso para los trabajadores.
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, destacó que el proceso incluye un diálogo social involucrando a empresarios, sindicatos y empleados. Aseguró que reducir las horas laborales no afectará la productividad, sino que mejorará la calidad de vida de los trabajadores. Esta reforma laboral, que enfrenta críticas del sector empresarial, fue una de las promesas de campaña de Sheinbaum. Aunque la iniciativa no es nueva, ha enfrentado obstáculos legislativos, y todavía se espera si el actual gobierno logrará avanzar en su implementación. Según la OCDE, México registra uno de los mayores números de horas trabajadas anualmente, destacando la necesidad de un cambio en la normativa laboral, cuyo último ajuste significativo ocurrió en 1917.
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