En un esfuerzo por preservar la segunda selva más grande de América, los líderes de México, Guatemala y Belice firmaron este viernes un acuerdo para proteger 5.7 millones de hectáreas del bosque tropical conocido como el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, junto con sus homólogos Bernardo Arévalo y Juan Briceño, se reunieron en Calakmul, Campeche, para formalizar este pacto que busca convertirse en un modelo de justicia social y cuidado ambiental. Durante el encuentro, también se anunció la ampliación del Tren Maya, que pretende conectar a estos países, impulsando un desarrollo sostenible que respete el patrimonio biológico y cultural de la región.
El acuerdo destaca la colaboración en la recuperación de suelos, la regeneración forestal y la autosuficiencia alimentaria para beneficiar a dos millones de habitantes locales. Las naciones han comprometido 50 áreas naturales protegidas, albergando especies en riesgo como el jaguar y el quetzal. Este esfuerzo busca mitigar la pérdida de cobertura forestal, que, según datos de la NASA, ha disminuido un tercio en los últimos veinte años. Además, los gobiernos acordaron la explotación sostenible de recursos naturales y tomarán medidas contra la deforestación y actividades ilegales, promoviendo un manejo responsable de este ecosistema vital para la biodiversidad de América Latina.
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