La segunda parada de la gira «Las mujeres ya no lloran» de Shakira en Perú ha estado llena de inconvenientes. Tras cancelar inesperadamente su concierto previsto para el domingo en Lima debido a un fuerte dolor abdominal, la estrella colombiana estuvo internada en la clínica Delgado. Aunque inicialmente se pensó en un problema menor, la situación se volvió más complicada cuando se filtró en redes sociales una lista de medicamentos y suministros médicos supuestamente utilizados en su tratamiento. Ante la difusión de estas imágenes, la clínica emitió un comunicado interno recordando a su personal las obligaciones de confidencialidad y protección de datos, mientras que la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD) intervino investigando la violación del derecho a la intimidad de la cantante, un asunto que podría acarrear sanciones significativas para el centro médico.
En medio de esta controversia, surgieron rumores sobre una posible intoxicación alimentaria por un pedido de cebiche del reconocido restaurante Cala, una teoría que ganó tracción pero que fue desmentida por el equipo de Shakira. Aaron Snaiderman, director creativo de la cantante, desmintió rotundamente dicha información, destacando que él mismo consumió el platillo sin sufrir contratiempos. A pesar del revuelo, los fanáticos de Shakira mantuvieron la esperanza, y se confirmó su actuación para la noche del lunes en el Estadio Nacional de Lima, comprometiéndose a brindar un espectáculo completo de treinta canciones que abarca sus grandes éxitos. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre una nueva fecha para el concierto pospuesto, dejando a varios seguidores en el limbo, ansiosos por un reencuentro que ha significado catorce años de espera.
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