Atom Egoyan, un cineasta canadiense de origen armenio conocido por su estilo distintivo y perturbador, sigue buscando redención creativa con su última película, «Seven Veils». Durante los años 90, Egoyan se ganó un lugar destacado con obras como «Exótica» y «El dulce porvenir», que combinaban inquietud, memoria traumática y complejas dinámicas familiares. Sin embargo, desde su película «Ararat» en 2002, Egoyan ha luchado por mantener su anterior impacto. Aunque «Seven Veils» presenta ideas prometedoras, el director parece atrapado en sus propias obsesiones, sin lograr recuperar la voz única que lo hizo sobresalir en el pasado.
La trama de «Seven Veils», centrada en una joven directora de ópera enfrentándose a sus demonios internos mientras monta «Salomé» de Richard Strauss, pone de manifiesto las recurrentes temáticas de Egoyan: relaciones incestuosas, pasiones destructivas y herencias traumáticas. A pesar de un inicio prometedor, el filme se enreda en su complejidad simbólica, utilizando dispositivos audiovisuales que no logran integrarse de manera cohesiva, resultando en un desorden narrativo más que en la elipsis emocional característica de sus mejores trabajos. Con este estreno en Filmin, Egoyan continúa su lucha por salir de un limbo creativo, demostrando que incluso sus fracasos pueden ofrecer más interés que el éxito rutinario de otros cineastas.
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