El Día del Padre en Colombia se transformó este año en una jornada de movilización masiva en apoyo al senador Miguel Uribe Turbay, quien sufrió un intento de asesinato el pasado 7 de junio en Bogotá. Miles de colombianos salieron a las calles de más de 20 ciudades del país, vestidos de blanco y portando banderas, para clamar por el fin de la violencia que ha afectado a la nación durante décadas. La esposa de Uribe, María Claudia Tarazona, expresó en redes su gratitud por el apoyo recibido y pidió por la recuperación de su esposo y la paz del país. A pesar del carácter no partidista solicitado por los organizadores, la marcha también se convirtió en un espacio de crítica contra el gobierno de Gustavo Petro, especialmente en momentos en que este promueve una consulta popular sobre una controvertida reforma laboral.
La marcha, que congregó a figuras políticas principalmente de derecha como Álvaro Uribe Vélez y María Fernanda Cabal, así como a celebridades como el cantante Juanes, también reflejó divisiones políticas. Con consignas como “No más miedo” y “Ser diferentes no nos convierte en enemigos”, los manifestantes exigieron el fin de la violencia, recordando los acuerdos de paz de 2016 y el desplazamiento forzado que aún afecta a millones de colombianos. La convocatoria, sin embargo, fue criticada por algunos sectores de la izquierda, como el exalcalde Daniel Quintero, quien lamentó que la protesta se utilizara para atacar al gobierno actual y a varios periodistas, desviándose de su objetivo original de paz y unidad.
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