La Junta de Gobierno ha dado luz verde a un nuevo contrato para el servicio de lavandería domiciliaria, un valioso recurso municipal dirigido a apoyar a personas en situación vulnerable con la limpieza de su ropa personal y del hogar. Este servicio no solo facilita el mantenimiento de hábitos higiénicos adecuados, sino que también permite a los beneficiarios prolongar su permanencia en sus domicilios en óptimas condiciones, bajo la supervisión de los Servicios Sociales para prevenir el deterioro de su situación social.
El presupuesto asignado para esta prestación asciende a 1,2 millones de euros, y está diseñado para asistir principalmente a personas mayores de 65 años que viven solas, con escaso o nulo apoyo familiar, carecen de medios adecuados para realizar estas tareas en sus hogares o presentan limitaciones para llevarlas a cabo. También se extiende a menores de 65 años en riesgo de exclusión social o en situaciones de dependencia. En ambos casos, el acceso al servicio se gestiona a través de trabajadores sociales de los 40 centros municipales de Servicios Sociales.
El personal encargado recoge, lava, seca, plancha y entrega la ropa en los domicilios de los usuarios, incluyendo el tratamiento de infestaciones de vectores de manera extraordinaria. Esto alivia también la carga de trabajo de los cuidadores familiares de grandes dependientes, que suelen encargarse de lavar la ropa de cama.
Durante 2024, el servicio atendió a una media de 320 personas mensuales, procesando más de 36,000 kilos de ropa, con un promedio de 13,8 kilos mensuales por usuario. El contrato entrará en vigor el 1 de noviembre de 2025 y se extenderá hasta el 31 de octubre de 2028, con la posibilidad de una prórroga de dos años.
El perfil predominante de los usuarios corresponde a hombres mayores de 80 años que viven solos, presentan dependencia funcional leve o moderada, y se encuentran en riesgo social y precariedad socioeconómica. Además, el 20% de los beneficiarios en 2024 fueron menores de 65 años en situaciones de alta vulnerabilidad, quienes recibieron seguimiento especial por ser este el único servicio que aceptaban de los Servicios Sociales.