Jon Rahm se despidió del Open Británico con un sabor amargo tras finalizar con una tarjeta de -3, lo que él considera “una oportunidad perdida” para conquistar su tercer grande y suceder a Seve Ballesteros. A pesar de cerrar el torneo con un significativo golpe de siete metros en el hoyo 18, el resultado ha sido decepcionante para Rahm, quien tuvo un mejor desempeño en torneos anteriores como el Masters, el PGA y el US Open. Rahm expresó su frustración por la disparidad entre su percepción del juego y el resultado final, y mencionó su descontento por no haber estado en la contienda por el título en este certamen.
Por su parte, Sergio García ve el vaso medio lleno con su rendimiento de -3 en Royal Portrush. Este resultado le mantiene con esperanzas de ser invitado al equipo europeo de la Ryder por el capitán Luke Donald. Sin embargo, García protagonizó un momento de tensión al romper su driver tras un mal golpe en el hoyo 2, un incidente no ajeno en su carrera dado su historial de explosiones emocionales en el campo. A pesar de estos contratiempos y una clasificación modesta en otros grandes, García sigue optimista respecto a su posible selección para la Ryder, destacando la importancia de las semanas venideras para demostrar su valía.
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