El senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe, quien se recuperaba lentamente tras un atentado sufrido el pasado 7 de junio en un mitin político en Bogotá, ha visto empeorar su estado de salud. Un comunicado de la Fundación Santa Fe reveló que Uribe sufrió una hemorragia en el sistema nervioso central, lo que requirió nuevos procedimientos neuroquirúrgicos. Según el centro médico, su situación es crítica y mantiene un pronóstico reservado. El senador ha sido sometido nuevamente a sedación profunda y bloqueo neuromuscular, mientras se continúa con un monitoreo constante. El ataque que recibió, donde fue impactado por tres balas, dos de ellas en la cabeza, puso fin a su aparente mejora clínica, descrita semanas atrás como favorable.
Paralelamente, las autoridades han intensificado las investigaciones sobre el atentado. Según el director de la Policía Nacional, las sospechas se centran en la Segunda Marquetalia, una disidencia de la extinta guerrilla de las Farc, señalando a sus líderes, Iván Márquez y el recientemente fallecido Zarco Aldinever, como posibles autores intelectuales. A pesar de las capturas, la autoría intelectual aún está en investigación. La muerte del Zarco, no confirmada oficialmente por las Fuerzas Militares, ha complicado aún más la situación. Según un comunicado de la Segunda Marquetalia, el Zarco fue emboscado por el ELN, aumentando la tensión entre ambas guerrillas debido a disputas sobre el control de las rutas del narcotráfico en la frontera con Venezuela.
Leer noticia completa en El Pais.