En el Senado español, el recuerdo del Holocausto trajo una breve tregua entre las tensiones políticas durante una ceremonia conmemorativa que marcó los 80 años de la liberación de Auschwitz. El presidente del Senado, Pedro Rollán, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, encabezaron el acto al que asistieron todos los grupos políticos y que se dedicó a honrar a las víctimas del Holocausto, incluidos los judíos y la comunidad gitana, que según se estima perdió 500,000 de sus miembros. Los discursos subrayaron la importancia de la memoria y la educación para prevenir el resurgimiento de ideologías extremistas y la indiferencia que permitió atrocidades pasadas. David Obadía, de la Federación de Comunidades Judías de España, advirtió sobre el reciente recrudecimiento del antisemitismo en el país, describiendo 2024 como el año más duro en este sentido, con incidentes de acoso e intimidación contra la comunidad judía.
El evento también contó con el emotivo testimonio del superviviente Albert Barbouth, que compartió su experiencia personal bajo las leyes antisemitas nazis y la dolorosa separación de su familia antes de su deportación. Carmen Santiago, vicepresidenta del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, enfatizó el sufrimiento de los gitanos durante el Holocausto y advirtió sobre el peligro del negacionismo. Las intervenciones dejaron claro que la conmemoración no era solo una mirada al pasado, sino un acto de resistencia contra el odio contemporáneo, promoviendo políticas públicas de memoria como una herramienta esencial para las nuevas generaciones. El acto concluyó con el encendido de seis velas en recuerdo de las víctimas, un símbolo de la sobria reflexión y el compromiso con la tolerancia y los derechos humanos, una necesidad que trasciende la división política, aunque fuera temporalmente.
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