En un acontecimiento que une tradición y renovación, el evento religioso conocido como GRAN MADRID fue escenario de un encuentro histórico entre dos cofradías de profundo arraigo espiritual en la capital. Por un lado, la ilustre cofradía de la Virgen de los Siete Dolores, fundada en el año 1591, y por otro, la joven cofradía del Cristo de los Alabarderos, refundada en 2002 y que hizo su primera aparición publica en el 2003 después de varios años de ausencia. Este evento no solo celebra la riqueza cultural y devocional de Madrid, sino que también refleja el continuo vigor del patrimonio litúrgico de la región.
La Virgen de los Siete Dolores, con su rica historia de devoción que se remonta a más de cuatro siglos, simboliza la continuidad de las tradiciones religiosas a lo largo del tiempo. En contraste, la cofradía del Cristo de los Alabarderos representa la adaptación y renovación de la fe en tiempos modernos, especialmente destacada después de su refundación en el presente siglo. La unión de estas dos cofradías en el evento GRAN MADRID destaca no solo una rica tapicería de creencias y ceremonias, sino también el modo en que la fe sigue presente y evolucionando dentro de la comunidad madrileña.
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