La transformación del txacoli, de una bebida tradicional y rural a un vino blanco moderno y de alta calidad, ha sido una gran hazaña impulsada por una serie de bodegueros vascos. Encabezados por los hermanos Chueca de Txomin Etxaniz, estos innovadores estructuraron los viñedos con variedades autóctonas y aplicaron técnicas modernas de elaboración. Prestigiosos enólogos como Pepe Hidalgo, Ana Martín y otros, introdujeron métodos como la crianza sobre lías finas y fermentación en roble, usando varietales nobles para enriquecer el vino. Esto ha llevado a la creación de txakolis de alto nivel en las tres denominaciones del País Vasco: Arabako Txakolina, Getariako Txakolina y Bizkaiko Txakolina. La revitalización de estos vinos comenzó en los años 80, impulsada además por el apoyo de organismos oficiales, culminando en la elaboración de txakolis expresivos y equilibrados, que ahora figuran entre los mejores vinos blancos de España.
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