Este verano, Madrid ha registrado un aumento significativo de las temperaturas, superando los 40 grados en varias ocasiones, lo que ha obligado a las autoridades a extremar las medidas de prevención para evitar golpes de calor entre la población. En respuesta a estas condiciones extremas, el Ayuntamiento ha incrementado la presencia de fuentes de agua potable en lugares públicos y ha reforzado las alertas dirigidas a colectivos vulnerables, como ancianos y niños. Las autoridades sanitarias recomiendan evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor insolación y mantenerse bien hidratado.
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