En la era digital actual, compartir documentos de identidad como el Documento Nacional de Identidad (DNI) o el pasaporte se ha convertido en una práctica común para una variedad de trámites. Desde alquileres y reservas hasta inscripciones en plataformas online, es frecuente enviar copias de estos documentos a través de medios digitales. Sin embargo, aunque esta costumbre parece conveniente, conlleva significativos riesgos de seguridad que no deben pasarse por alto.
Entre los peligros más destacados de enviar el DNI por internet se encuentra la suplantación de identidad. Los ciberdelincuentes pueden utilizar estos datos para abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos o incluso contratar servicios fraudulentamente bajo el nombre de otra persona. Además, con una simple imagen del DNI, los criminales pueden registrarse en casas de apuestas o plataformas ilegales sin el conocimiento del verdadero titular. Otros riesgos incluyen fraudes en alquileres, donde los estafadores piden el documento para luego usarlo en actividades ilícitas, y el eventual acceso no autorizado a servicios, en donde un tercero podría acceder a la información personal de la víctima.
Para mitigar estos riesgos, expertos en ciberseguridad recomiendan adoptar medidas preventivas al compartir documentos de identidad en línea. Entre estas, se aconseja verificar la legitimidad del receptor, evitando enviar datos sensibles por canales inseguros como correos electrónicos o redes sociales. En su lugar, es preferible utilizar plataformas con cifrado de extremo a extremo.
Otra estrategia útil es el uso de marcas de agua inteligentes en los documentos. Herramientas como SaferLayer permiten añadir información que específica el propósito del envío y la fecha, dificultando el uso fraudulento del documento. Además, cifrar el archivo antes de enviarlo proporciona una capa adicional de seguridad, asegurando que solo quien tenga la contraseña pueda acceder a él. Limitar la información visible y eliminar el documento una vez usado son también prácticas recomendadas.
SaferLayer, por ejemplo, ofrece una solución innovadora al permitir a los usuarios proteger sus documentos sin que estos salgan de sus dispositivos. La herramienta es capaz de operar sin conexión a internet, lo que aumenta su nivel de seguridad al evitar cualquier posible filtración durante el proceso de protección.
El creciente riesgo de suplantación de identidad y fraude hace imperativo adoptar hábitos de seguridad digital. La utilización de herramientas especializadas, junto con prácticas responsables y el uso de canales seguros, puede ser clave para protegerse de posibles ciberataques.
La seguridad digital es un requisito esencial en la gestión de documentos personales en el entorno online. Proteger adecuadamente estos documentos no solo previene problemas graves, sino que garantiza que nuestras interacciones digitales sean seguras y privadas.