El renombrado rapero y productor Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, enfrenta la sentencia el viernes 3 de octubre tras ser declarado culpable de dos cargos de transporte para ejercer la prostitución, delitos que podrían acarrearle hasta 20 años de prisión. En vísperas de la condena, Combs envió una carta al juez federal Arun Subramanian, pidiendo perdón a sus víctimas y asumiendo total responsabilidad por sus actos. Durante el proceso judicial, que duró ocho semanas, Combs no se disculpó, sin embargo, en su misiva menciona que los últimos dos años en prisión han sido los más difíciles de su vida. Ha utilizado su tiempo tras las rejas para reflexionar, enseñar negocios a otros reclusos y mantenerse sobrio por primera vez en 25 años, según ha trascendido.
El caso ha sido impactante, especialmente por el testimonio clave de la cantante Cassie Ventura, quien acusó a Combs de agresión física y sexual, y de forzarla a participar en prácticas sexuales con otros. Ventura, así como otras personas cercanas al artista, han expresado su temor ante posibles represalias, siendo su testimonio crucial para el veredicto. Mientras Combs se prepara para su sentencia, su familia y amigos han apelado al juez destacando su naturaleza «cariñosa» y solicitando clemencia. Aunque fue absuelto de los cargos más graves de tráfico sexual y crimen organizado, la fiscalía busca una sentencia de al menos 11 años por declarar décadas de abuso. El equipo legal de Combs ha intentado, sin éxito, anular los cargos o conseguir un nuevo juicio, mientras que el rapero ha solicitado comparecer personalmente ante el juez en la audiencia final.
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