El reputado músico y empresario Sean Combs, conocido artísticamente como Puff Daddy o Diddy, enfrenta serias imputaciones luego de ser detenido en Nueva York. Este martes, se han revelado formalmente los cargos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución, resultado de un juicio secreto llevado a cabo en los últimos días por un gran jurado. La acusación detalla cómo Combs, de 54 años, supuestamente operaba una compleja red criminal bajo la «Empresa Combs», valiéndose de su imperio musical y empresarial para abusar de mujeres y otros individuos. En las recientes comparecencias de las víctimas han emergido relatos perturbadores de abusos físicos, sexuales y coerción, que describen un patrón de comportamiento que el artista habría mantenido durante décadas.
Las autoridades señalan que Combs utilizaba su poder y prestigio para intimidar y manipular a sus víctimas y empleados, involucrando a su entorno en crímenes variados, desde secuestro hasta obstrucción a la justicia. Entre los negocios de Combs, que abarcan desde estudios de grabación hasta líneas de ropa, los abusos se extendían a través de su control financiero y social sobre sus víctimas, asegurando su silencio con violencia y amenazas. Desde marzo de este año, la investigación ha sido exhaustiva, y en las residencias de Combs se hallaron armas de fuego. A pesar de las abrumadoras evidencias y múltiples denuncias de violación, maltrato y tráfico sexual, los abogados de Combs han declarado que su cliente se declarará no culpable y luchará contra las acusaciones en un proceso que promete ser largo y mediático.
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