El músico y empresario Sean Combs, conocido también como Puff Daddy o Diddy, se encuentra en prisión preventiva en Brooklyn, Nueva York, a la espera de juicio. La situación legal de Combs se ha agravado tras recibir 11 demandas por abuso sexual, a las que se suma una nueva demanda colectiva presentada este martes en Houston, Texas. Más de 120 personas, incluyendo 25 menores de edad, acusan a Combs de abusos y explotación sexual. Los abogados Tony Buzbee y Andrew Van Arsdale, quienes lideran esta demanda, revelaron en una rueda de prensa que han recibido testimonios de 3.285 personas que aseguran ser víctimas de Combs, aunque por ahora representan a 120 demandantes de 25 estados de EE.UU.
Las acusaciones detallan situaciones de abuso que se extienden hasta tres décadas atrás, involucrando tanto a Combs como a sus colaboradores. Entre los testimonios mencionados por los abogados durante la conferencia, se incluyen graves casos de menores abusados en los estudios de Big Boy Records, así como adultos drogados y atacados en fiestas organizadas por Combs. Los letrados han solicitado a las autoridades federales, especialmente al FBI, que investiguen los casos y aseguren la protección de las víctimas. La detención de Combs el pasado 16 de septiembre por tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución podría resultar en una condena de hasta cadena perpetua. La onda expansiva de estas revelaciones ha llevado a la petición de apoyo para las víctimas y la exhortación a denunciar cualquier ataque o amenaza en redes sociales.
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