Sean Combs, también conocido como Puff Daddy, ha sido hallado culpable de dos de los cinco cargos por los que era juzgado, específicamente relacionados con el transporte para ejercer la prostitución. El jurado, compuesto por cuatro mujeres y ocho hombres, decidió que Combs no encabezaba una organización criminal ni estaba implicado en tráfico sexual. Sin embargo, su situación jurídica sigue siendo tensa, ya que acumula unas 150 demandas adicionales por abuso, acoso y violación. A pesar de que la defensa solicitó la libertad bajo fianza, el juez Arun Subramanian ha decidido mantenerlo en prisión, citando la petición de la fiscalía y las víctimas, incluyendo a Casandra Ventura, testigo clave en el caso. Combs permanece detenido en una prisión de alta seguridad desde septiembre de 2024.
El proceso legal se ha centrado en las declaraciones de dos mujeres, entre ellas Ventura, quien relató detalladamente las vejaciones sufridas durante años de relación con Combs. Su impactante testimonio fue crucial para el veredicto, aunque el jurado no encontró pruebas suficientes de tráfico sexual. Este juicio es solo una parte de los problemas legales para Combs, quien enfrenta múltiples demandas colectivas por violaciones y abusos sexuales, además de seguir bajo investigación por otros delitos potenciales. A pesar del veredicto parcialmente favorable, el futuro de Combs sigue siendo incierto y enfrenta la perspectiva de más procesos judiciales que podrían definir el resto de su vida.
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