El fabricante estadounidense Seagate ha anunciado un ambicioso plan para lanzar discos duros de hasta 100 terabytes en 2030. Esta iniciativa busca satisfacer las crecientes necesidades de almacenamiento impulsadas por el aumento de aplicaciones de inteligencia artificial generativa y la expansión de los centros de datos.
El auge de la inteligencia artificial no solo demanda altas capacidades de procesamiento, sino también soluciones de almacenamiento innovadoras capaces de manejar grandes volúmenes de datos. Seagate, consciente de este desafío, trabaja en su próxima generación de discos duros, que llegarán a los 100 TB hacia el final de la década.
Según B.S. Teh, responsable de estrategia comercial global de la compañía, el incremento exponencial en el uso de modelos generativos, chatbots avanzados y arquitecturas de IA elevará la demanda de almacenamiento de ultra alta capacidad. “Nada se compara con los discos duros mecánicos para cubrir esta demanda creciente”, afirma el ejecutivo.
Actualmente, el modelo más avanzado de Seagate es el Exos M de 36 TB, lanzado este año. Sin embargo, la hoja de ruta hacia los 100 TB se apoya en tecnologías como HAMR (grabación magnética asistida por calor), que utiliza un diodo láser en cada cabezal de escritura para aumentar la densidad de datos en la superficie del disco. Además, Seagate está desarrollando discos con conectividad NVMe, mejorando así la fiabilidad y velocidad de los sistemas de almacenamiento empresariales.
En un entorno digital en plena evolución, la compañía busca posicionarse como un actor clave en la infraestructura de IA. Según Teh, “un factor crucial para capitalizar el crecimiento del sector es proporcionar la capacidad de almacenamiento que las empresas demandan”.
Aunque las tecnologías de SSD y memoria flash están en auge por su velocidad, Seagate defiende la relevancia del disco duro tradicional para almacenamiento masivo, destacando su capacidad y coste por terabyte.
El impacto ambiental de la inteligencia artificial también está bajo la lupa. La Agencia Internacional de la Energía estima un consumo energético significativo para las consultas a sistemas de IA como ChatGPT. Ante esto, Seagate está implementando medidas para minimizar su huella de carbono, incluyendo la optimización del consumo energético por terabyte y el uso de energías renovables en sus plantas.
El plan de Seagate no solo enfrenta un desafío tecnológico, sino que anticipa un cambio en la estructura de los centros de datos del futuro, donde eficiencia y capacidad serán elementos clave.
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