En la primera mitad del año, el sector inmobiliario ha estado analizando la evolución de varios mercados de inversión en un contexto marcado por la incertidumbre y el rápido progreso. Las previsiones tradicionales han perdido precisión, y nuevas dinámicas están influyendo en este sector clave para la economía.
Tecnotramit, una empresa destacada en servicios a entidades financieras e inmobiliarias en España y Portugal, ha observado un fenómeno interesante: la reciente baja de los tipos de interés, que históricamente marcaba una desaceleración económica, es ahora bienvenida por los inversores del sector inmobiliario. Estos ven en este cambio una oportunidad para adquirir propiedades a precios más favorables.
No obstante, Vicenç Hernández Reche, economista y CEO de Tecnotramit, advierte que esta bajada de tipos opera en un entorno complicado. La vigente legislación en el mercado de alquiler responsabiliza a los propietarios de la situación económica actual, lo que, según Tecnotramit, no refleja fielmente la realidad.
El panorama financiero sugiere un aumento de entre el 5% y el 10% en la contratación de hipotecas para 2024, una tendencia ya observable en las ofertas de créditos del sector bancario. Para mantener su rentabilidad, los bancos no solo están generando más operaciones hipotecarias, sino que también han intensificado la competencia de precios debido a las reducciones de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE). Esto ha conducido a una disminución en el costo de los productos hipotecarios, en particular las hipotecas a tipo fijo, que se sitúan ahora en torno al 2,9-3%, un nivel inimaginable hace unos meses.
Hernández Reche explica que “la bajada de tipos acelerará las decisiones de compra, y si los datos financieros de las familias se mantienen estables, las expectativas de mantener las ratios de morosidad ayudarán al ritmo de concesión de préstamos”. Sin embargo, también predice que, si la demanda sigue aumentando, los bancos endurecerán los requisitos para conceder hipotecas, complicando el acceso al mercado para aquellos compradores con menor poder adquisitivo.
En conclusión, mientras que la reducción de los tipos de interés crea un clima favorable para la inversión inmobiliaria, las complicaciones legislativas y la previsión de criterios más estrictos por parte de los bancos dibujan un escenario mixto para el futuro inmediato del sector. Los inversores y compradores potenciales deberán navegar con cautela en este mercado en constante evolución.