El nuevo responsable económico sustituirá a Janet Yellen en un contexto de complejas dinámicas globales, asumiendo el desafío de implementar una política comercial semiproteccionista mientras lidia con crecientes tensiones con China. Estas políticas buscan proteger la industria local sin aislar al país del comercio internacional, equilibrando la protección de sectores estratégicos con la necesidad de mantener relaciones comerciales saludables con otras potencias, especialmente en un momento de delicada repercusión geopolítica. La relación con China es particularmente crucial, dado el papel central de ambos países en la cadena de suministro global y en el establecimiento de estándares comerciales.
Además, entre las prioridades urgentes está implementar una política fiscal que incluya la reducción de impuestos sin que esto resulte en un aumento significativo del déficit público. Este objetivo requiere un enfoque cuidadoso y estratégico para evitar consecuencias adversas en la economía, tales como el aumento de la deuda soberana o el debilitamiento del estado de bienestar. Para conseguirlo, será esencial coordinar con otros organismos gubernamentales y sectores económicos, buscando un crecimiento económico sostenido que permita expandir la base impositiva y optimizar la recaudación fiscal sin comprometer la estabilidad financiera del país.
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