El Open Británico avanza con un claro líder que muestra un dominio indiscutible sobre el campo. Con una tarjeta impresionante de -14, se posiciona con autoridad en la cima de la clasificación, dejando a sus competidores en una posición desafiante de cara a la última jornada. La actuación constante y estratégica ha sido clave para mantener esta ventaja en un torneo donde las condiciones climáticas y la complejidad del recorrido han puesto a prueba a los golfistas más experimentados.
Por otro lado, Jon Rahm, uno de los favoritos del torneo, se ha rezagado en la clasificación, quedando descolgado de las primeras posiciones. Su desempeño no ha alcanzado las expectativas tras sufrir dificultades en algunas rondas, lo que ha afectado sus posibilidades de competir por el título en la jornada final. La última ronda se presenta como una carrera contrarreloj donde los jugadores buscarán cerrar con actuaciones decisivas, mientras el líder intentará mantener su ventaja y asegurar el campeonato.
Leer noticia completa en El Mundo.