En el marco del vigésimo aniversario del Centro de Patología Dual del Instituto de Adicciones de Madrid Salud, la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, realizó una visita a las instalaciones, acompañada por la concejala de Ciudad Lineal, Nadia Álvarez. En su intervención, Sanz destacó el carácter pionero e innovador de este centro, que ha logrado consolidarse como un referente científico tanto a nivel nacional como internacional. Subrayó su capacidad de adaptación a las nuevas realidades y su éxito terapéutico, claramente reflejado en su alta tasa de recuperación.
El centro, que abrió sus puertas en noviembre de 2004, sentó un precedente al tratar de manera integral la adicción y el trastorno mental, concebidos como un todo. En aquel entonces, ningún otro recurso abordaba la adicción como una enfermedad mental interrelacionada con otros trastornos. Tres de cada cuatro personas que acudían al centro presentaban un cuadro de adicción junto con otra enfermedad mental, un fenómeno conocido como patología dual. Desde su creación, el enfoque ha sido tratar estos trastornos de manera conjunta.
Las personas que sufren de patología dual enfrentan desafíos mayores comparados con otros pacientes. Exhiben una mayor gravedad psicopatológica y psicosocial, experimentan más ingresos hospitalarios, y tienen un mayor riesgo de suicidio, además de una adherencia más complicada a los tratamientos médicos. El centro de Madrid Salud ha desempeñado un papel crucial al estabilizar estos casos, mejorando las posibilidades de éxito en la terapia continua que se lleva a cabo en los Centros de Atención a las Adicciones, dentro de la misma red municipal.
La infraestructura del centro consta de un itinerario terapéutico estructurado, con 26 plazas residenciales en una unidad hospitalaria. De estas, 23 están reservadas para el tratamiento de la patología dual y tres para la desintoxicación alcohólica. Adicionalmente, cuenta con un centro de día adyacente con 20 plazas, diseñado en régimen semiabierto, para facilitar la transición del paciente al entorno ambulatorio. Durante 2023, el centro realizó 185 ingresos hospitalarios y 73 en el centro de día.
Las estadísticas señalan que el 77,4% de los usuarios son policonsumidores, siendo la cocaína la principal sustancia consumida por la mitad de los atendidos. Aunque en años anteriores los problemas relacionados con opiáceos eran predominantes, hoy en día la cocaína y el alcohol lideran las causas de ingreso. En términos de enfermedades mentales, los trastornos de la personalidad son los diagnósticos más frecuentes, afectando al 36,4% de los casos tratados.
Es notable el incremento de las adicciones sin sustancias, como el juego o el teléfono móvil, presentes en aproximadamente el 7% de los ingresados. Los pacientes jóvenes, entre 18 y 25 años, representan ahora el 12% del total, y aquellos inmersos en prácticas de chemsex, donde el consumo de drogas se da en contextos sexuales, han aumentado hasta ocupar el 15% de los ingresos.
Un aspecto crucial en la evaluación de este servicio es la retención y la adherencia a los tratamientos, logrando mantener índices estables alrededor del 65%. Este dato refleja una recuperación positiva a pesar de la gravedad de la patología tratada.
Ubicado en la Clínica Nuestra Señora de La Paz, el centro ha recibido un respaldo renovado del Ayuntamiento con una prórroga de contrato valorada en 5,8 millones de euros para los próximos cuatro años.
Paralelamente, Sanz aprovechó la ocasión para presentar una nueva campaña publicitaria del Ayuntamiento de Madrid, cuyo objetivo es la prevención de los efectos de las drogas y la reducción del estigma asociado a las adicciones. La campaña, bajo el lema ‘Con el coco no se juega’, busca sensibilizar a la población joven sobre los impactos de las sustancias en la salud mental, mediante imágenes y mensajes que destacan posibles consecuencias como ansiedad, depresión, y psicosis, visibles en distintos puntos de la capital.