El Banco Santander ha concluido el año 2024 con un notable incremento en su beneficio atribuido, alcanzando los 12.574 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14% respecto al año anterior. Este resultado se sitúa en el marco de una estrategia dirigida a maximizar la rentabilidad y ofrecer un mayor valor a sus accionistas, evidenciada en un retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 16,3% y un beneficio por acción (BPA) de 0,77 euros, que representa un aumento del 18% con respecto a 2023. Al finalizar el ejercicio, el valor contable tangible por acción (TNAV) se situó en 5,24 euros.
La entidad bancaria ha destacado en la creación de valor total, una métrica que combina el TNAV con los dividendos en efectivo, experimentando un crecimiento del 14%. Este aumento incluye el dividendo en efectivo final correspondiente a los resultados de 2023, que fue pagado en mayo de 2024, junto al dividendo a cuenta de 2024, abonado en noviembre.
Mirando hacia 2025, Santander ha delineado ambiciosos objetivos financieros. Entre estos, se propone alcanzar ingresos cercanos a los 62.000 millones de euros y lograr un crecimiento de los ingresos por comisiones en un dígito medio-alto en términos constantes. Adicionalmente, el banco planea reducir su base de costes en euros en comparación con 2024, mantener un coste del riesgo cercano al 1,15% y asegurar una ratio de capital CET1 del 13%, operando dentro de un rango del 12% al 13%. Asimismo, intenta lograr un RoTE superior al 17%, con una estimación de 16,5% después de los instrumentos de capital adicionales (AT1).
Gracias a su robusta capacidad de generación de capital, el Santander ha alcanzado una ratio CET1 del 12,8% al cierre de 2024. Con este enfoque prudente, la entidad planea devolver hasta 10.000 millones de euros a sus accionistas a través de recompras de acciones derivadas de los resultados de 2025 y 2026, además de su habitual distribución de dividendos en efectivo. Estas acciones estarán supeditadas a las necesarias aprobaciones corporativas y regulatorias, reafirmando el compromiso del banco con el retorno a sus accionistas. La estrategia del Santander refuerza su solidez y perspectiva de crecimiento sostenido en un entorno financiero dinámico.