Santa Marta, la primera ciudad de fundación hispánica en Colombia, conmemora cinco siglos desde su establecimiento, una historia que tradicionalmente se ha contado desde el prisma de las victorias y derrotas coloniales. Sin embargo, más allá de las narrativas convencionales de conquista, se destaca la mezcla cultural resultante, un entramado de resistencias y resignificaciones. Este aniversario invita a reflexionar sobre las interacciones entre las culturas indígenas como los Tayronas, hoy representados por los Koguis, Arhuacos, Wiwas, Kankuamos y otros, y las influencias extranjeras de las diásporas afrodescendientes, mediterráneas y europeas. Santa Marta es un crisol de culturas entre el mar y la montaña, un testimonio de la riqueza y complejidad cultural forjada a lo largo de siglos.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia subraya la importancia de construir una narrativa colectiva que celebre la diversidad de Santa Marta. Se promueve un diálogo intercultural que no solo reconoce a la cumbia como patrimonio enriquecido con percusiones africanas y vientos indígenas, sino que también fomenta una educación artística que respeta los saberes locales. Esta fecha es un llamado a transformar heridas históricas en enseñanzas compartidas y a valorar el diálogo como una forma de vida y convivencia. En este contexto, los 500 años de historia de Santa Marta sirven como una oportunidad para enraizarse en la diversidad y fortalecer el tejido social a través del reconocimiento y la integración de múltiples voces y memorias.
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