La Consejería ha implementado un riguroso programa de inspección para asegurar el funcionamiento adecuado de los 1.846 centros que operan en la región. Este equipo de inspección realiza evaluaciones periódicas con el objetivo de garantizar que cada uno de estos establecimientos cumpla con los estándares necesarios de seguridad y calidad. Como parte de estos controles, durante el año 2024 se decidió suspender temporalmente la actividad en tres centros, luego de identificar irregularidades que requerían corrección inmediata. Estas medidas reflejan el compromiso de la Consejería de mantener altos niveles de calidad en los servicios ofrecidos a la población.
El proceso de inspección se basa en establecer líneas de actuación que prioricen la seguridad y el bienestar de los usuarios. Las suspensiones efectuadas durante 2024 subrayan la importancia de contar con un sistema de vigilancia activo que permita detectar y corregir fallos a tiempo. Además, esta iniciativa ha sido vista positivamente por la comunidad, que valora el esfuerzo por mejorar continuamente los servicios y la transparencia en la gestión de los centros. La Consejería ha reafirmado su compromiso de seguir trabajando en colaboración con los centros para garantizar que todos operen bajo las normativas vigentes y cumplan con los requisitos que demanda la sociedad.
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