El encuentro entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul, centró su atención en temas bilaterales y conflictos internacionales como Gaza y Ucrania. Sánchez, en una visita de dos días, buscó equilibrar su agenda institucional con su papel como presidente de la Internacional Socialista, que se reúne en Estambul bajo la organización del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal opositor en Turquía. Erdogan agradeció a España su firme postura contra el «genocidio» en Gaza y su propuesta en la ONU para abrir el acceso humanitario. Además, trataron la mediación turca en las conversaciones entre Rusia y Ucrania, así como la cooperación en defensa, donde España y Turquía encuentran intereses comunes reforzados por crecientes lazos comerciales.
La visita de Sánchez se realiza en un contexto interno turco tenso, tras la detención del alcalde de Estambul y candidato presidencial del CHP, Ekrem Imamoglu, acusado de corrupción y considerado por la oposición como una maniobra de Erdogan para eliminar a su rival político. Este escenario de protestas y arrestos masivos vio una nueva oleada de detenciones justo antes de la llegada de Sánchez. La Internacional Socialista, bajo el lema “Por el mundo que nos merecemos, o todos juntos o ninguno”, busca mostrar solidaridad internacional frente a la represión del CHP. Pese a su discreta posición pública, se espera que Sánchez en su discurso refuerce los valores democráticos y los principios de justicia que promueve la Internacional Socialista.
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