El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado su firme respaldo hacia el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, asegurando que «cree en su inocencia» y que cuenta con el apoyo del Ejecutivo español. Este respaldo se produce en un contexto tenso, tras la decisión de la Sala de Apelación del Tribunal Supremo de proponer que García Ortiz se enfrente a un juicio por un delito de revelación de secretos, lo que lo convertiría en el primer jefe del Ministerio Público en sentarse en el banquillo de los acusados.
La investigación ha apuntado a que García Ortiz pudo estar involucrado en una «actuación coordinada e impulsada» en relación a la filtración de un correo electrónico que implicaba a un abogado en delitos de fraude fiscal. Dicha filtración, que se hizo pública en marzo de 2024, ha suscitado múltiples interrogantes sobre la ética y la responsabilidad dentro del Ministerio Público. A pesar de las presiones, el fiscal general no ha contemplado la posibilidad de dimitir, manteniendo su firmeza frente a las acusaciones en su contra.
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