El presidente del Gobierno ha declarado recientemente que se enteró de la dimisión del ex portavoz de Sumar a través de los medios de comunicación. Esta afirmación se produjo en medio de una serie de especulaciones sobre la falta de comunicación y coordinación dentro del partido, lo que ha generado un debate sobre la transparencia y las relaciones internas. La renuncia del portavoz ha sorprendido a muchos, incluidos algunos altos cargos que, al igual que el presidente, no estaban al tanto de la decisión previamente. Este suceso pone de manifiesto las tensiones subyacentes y retos que enfrenta el partido en términos de cohesión y liderazgo.
Por otro lado, la reacción desde diversos sectores del partido ha sido variada, con algunos miembros llamando a una revisión de la estructura de comunicación interna para prevenir futuras sorpresas. El episodio ha avivado las críticas de la oposición, que no han tardado en señalar la situación como un ejemplo de la falta de control del actual liderazgo sobre los asuntos del partido. A pesar de las tensiones, el presidente ha instado a mantener el enfoque en la unidad y el propósito común, subrayando la importancia de avanzar en la agenda política a pesar de las dificultades internas.
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