En el reciente debate en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, protagonizaron un tenso intercambio centrado en el salario mínimo interprofesional (SMI). Sánchez defendió las decisiones de su gobierno, destacando que en siete años el SMI ha experimentado un aumento del 61%, pese a la disputa interna en la coalición entre PSOE y Sumar por el impacto en la retención del IRPF. Frente a esto, Feijóo criticó la medida y acusó al gobierno de «querer sacar tajada» económica, argumentando que apropiarse del 50% del SMI no refleja principios de justicia ni progresismo.
Feijóo aprovechó el debate para lanzar ataques adicionales hacia Sánchez, cuestionando la cohesión interna de la coalición y tildando el conflicto como un «paripé». Además, lo instó a aclarar asuntos polémicos, como el «borrado» del fiscal general del Estado y presuntas investigaciones de corrupción relativas a su entorno cercano. El líder del PP también acusó a Sánchez de ser «un títere del separatismo», subrayando la intensa presión política a la que está sometido el presidente en este inicio del nuevo periodo parlamentario. Estos intercambios reflejan una creciente tensión en el panorama político español, con el SMI como eje central de la pugna política.
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