El presidente del Gobierno ha mantenido una reunión estratégica con los líderes de Chile, Brasil, Colombia y Uruguay en un esfuerzo por formar una alianza regional que contrarreste la creciente influencia de la ultraderecha en América Latina. Durante el encuentro, los mandatarios discutieron la importancia de fomentar políticas inclusivas y sostenibles que fortalezcan la democracia y promuevan el desarrollo social. La intención es generar un frente común que permita enfrentar y responder a las narrativas polarizantes que han ganado fuerza en varios países de la región.
La cumbre se produce en un contexto de tensión política, donde las divisiones ideológicas han marcado profundamente el panorama político latinoamericano. Los líderes manifestaron su compromiso de trabajar juntos, no solo a nivel gubernamental, sino también mediante el fortalecimiento de vínculos con la sociedad civil y el sector privado. Este esfuerzo busca no solo contener a la ultraderecha, sino también demostrar que las democracias progresistas pueden ofrecer soluciones efectivas y equitativas a los retos actuales.
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