En un reciente discurso, el presidente de España anunció la creación de cinco nuevas áreas marinas protegidas en el litoral del país, destacando el compromiso de la nación con la conservación del medio ambiente. Este anuncio se produce en un contexto de referencias sutiles a políticas medioambientales previas vinculadas a la Administración Trump, subrayando un aparente contraste en el enfoque hacia la protección ambiental. España ha asumido un papel destacado en la promoción del Tratado de Alta Mar, que busca salvaguardar las aguas internacionales de la explotación y degradación, reflejando un esfuerzo global por proteger los océanos.
Además, España se ha unido a la declaración internacional que aboga por «una pausa precautoria» en la explotación minera de los fondos marinos, una actividad que representa riesgos significativos para la biodiversidad oceánica. El presidente destacó la relevancia de estas iniciativas en el contexto de un compromiso más amplio para enfrentar la crisis climática y proteger los ecosistemas marinos. Estas medidas son vistas como pasos esenciales para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras, al tiempo que resaltan el liderazgo de España en la agenda ambiental internacional.
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