En el ámbito político, se anticipa que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a usar la figura del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como herramienta de crítica hacia el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Durante su próxima intervención, Sánchez se presenta con una postura desafiante y calculada, buscando establecer un contraste con su rival político al destacar la falta de liderazgo de Feijóo en asuntos internacionales y su supuesta tendencia a provocar conflictos en lugar de promover un diálogo constructivo. Esta estrategia ha sido repetidamente utilizada en el discurso político del mandatario español, quien continúa enfatizando su apoyo a la causa ucraniana como parte de su agenda internacional y como forma de fortalecerse frente a la oposición.
Esta táctica no es nueva, y refleja una dinámica recurrente en la política española donde las figuras internacionales son llamadas a la palestra para apuntalar argumentos domésticos. El uso de Zelenski en este diálogo subraya no solo la relevancia de la situación en Ucrania en la política exterior española, sino también cómo los líderes políticos emplean estos temas para posicionarse internamente. A medida que España se aproxima a un nuevo ciclo electoral, la instrumentalización de líderes internacionales como Zelenski demuestra las complejidades de la política interna, donde el contexto global se entrelaza con la estrategia política nacional en busca de ventaja electoral.
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