En el reciente congreso regional de los socialistas andaluces, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó un fuerte respaldo a su vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien ha asumido la tarea de intentar minar la mayoría absoluta del popular Juan Manuel Moreno en la Junta de Andalucía. Sánchez destacó la importancia de contar con una socialista al frente del gobierno andaluz. Este apoyo es parte de una estrategia más amplia del PSOE de reforzar su presencia política tanto en Andalucía como en el ámbito nacional. El discurso del presidente también hizo eco de su crítica habitual a la alianza entre el Partido Popular y Vox, destacando la respuesta de los partidos alemanes frente al auge de la extrema derecha, contrastándola con las dinámicas políticas en España, donde el PP ha forjado acuerdos con partidos de ultraderecha.
Mientras se prepara para desafíos políticos internos, Montero está enfocada en revitalizar el PSOE andaluz, combinando la experiencia con una nueva generación de líderes para enfrentar las próximas elecciones autonómicas de 2026. Su esfuerzo por consolidar el partido busca elevar el número de diputados aportados por Andalucía al Parlamento nacional, crítico para las futuras aspiraciones del PSOE. En el congreso, Montero enfatizó la protección de los servicios públicos y el autogobierno, criticando al actual presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, por la falta de un proyecto sólido para la región. A través de la reorganización del partido, Montero intenta superar divisiones internas y reavivar el espíritu del PSOE andaluz, alineando el partido para ser un contendiente fuerte en próximas competiciones electorales tanto locales como generales.
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