En el marco de su visita a Nueva York, el presidente expresó su descontento por la relación entre dos países que, a pesar de ser «hermanos», se ven impedidos de mantener las mejores relaciones debido a intereses políticos concretos de algunos actores. Durante su intervención, el mandatario hizo un llamamiento a superar estas diferencias y trabajar hacia una colaboración más estrecha y beneficiosa para ambas naciones. Hizo hincapié en que estas desavenencias no deberían prevalecer sobre los profundos lazos históricos y culturales que unen a los dos países.
El discurso del presidente subraya la importancia de dejar de lado las disputas políticas en favor de un entendimiento mutuo que beneficie tanto a los gobiernos como a sus ciudadanos. Señaló que el bloqueo bilateral es perjudicial y restó relevancia a los motivos que lo sostienen, enfatizando la necesidad de priorizar la cooperación sobre las pugnas. Esta declaración llega en un momento de creciente tensión en la arena internacional, donde los temas de diplomacia y alianzas estratégicas son más cruciales que nunca.
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