La política en España está marcada por un enfrentamiento feroz entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) liderado por Pedro Sánchez, y el Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo. A pesar de las dificultades, Sánchez ha logrado mantenerse en pie, gracias en parte al escándalo de corrupción del «caso Montoro» que ha debilitado al PP. La reciente dimisión de Noelia Núñez, figura en ascenso dentro del PP, por un escándalo relacionado con su currículo, ha proporcionado un respiro inesperado para Sánchez. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada, ya que el PSOE enfrenta obstáculos significativos como la inestabilidad parlamentaria y la presión continua de partidos como Vox y Podemos, que se benefician de una ocasión política cada vez más tensa.
En este contexto, aunque el Gobierno de Sánchez planea un verano de descanso, se prepara para regresar con una nueva agenda social en septiembre, consciente de que necesita reforzar su posición política. La posibilidad de una crisis interna y cambios en el gabinete no está descartada, lo que podría ayudar a redefinir la estrategia hacia la segunda mitad de la legislatura. Además, la capacidad del Gobierno para implementar un decreto energético y aprobar los Presupuestos de 2026 será crucial para su estabilidad. En paralelo, las tensiones internas dentro de la coalición con el partido Sumar se intensifican, especialmente en lo que respecta a políticas laborales, mientras el Gobierno busca recuperar la credibilidad y evitar una convocatoria anticipada de elecciones.
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