Un intento de robo del icónico reloj de Santiago Calatrava ha generado revuelo en redes sociales, especialmente ante la decisión judicial de dejar en libertad con cargos al presunto autor, un argelino de 27 años con antecedentes y en situación irregular en España. Este episodio contrasta con la experiencia vivida por un amigo del narrador, cuyo hijo, tras olvidar un iPhone en el metro de Valencia, se enfrentó a la posible pérdida del dispositivo. Aunque el padre del joven consideró la situación como un despiste, decidió intentar contactar al teléfono.
Finalmente, después de varios intentos, contestó Samir, un argelino que reside en Valencia y se ofreció a devolver el teléfono. A pesar de sus recelos iniciales, el padre acudió al lugar acordado, donde Samir apareció con una sonrisa y el dispositivo en mano. Aunque el padre quiso ofrecerle una gratificación por su amabilidad, Samir se negó, expresando que, como musulmán, no podía quedarse con lo que no le pertenece. Este gesto de integridad y bondad dejó al padre conmovido, llevándolo a reflexionar sobre la existencia de personas buenas, en contraposición a las malas noticias que suelen copar los medios.
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