En los últimos días, el flujo migratorio hacia las Islas Canarias ha alcanzado niveles alarmantes con la llegada constante de cayucos. Salvamento Marítimo ha tenido una intensa labor, rescatando cinco nuevas embarcaciones cerca de Lanzarote, sumando así más de 1,300 migrantes en 24 embarcaciones desde el día de Navidad. El rescate más reciente involucró a la Guardamar Calíope, que en una sola operación interceptó cuatro embarcaciones, mientras que la quinta, avistada por el buque ‘Amadea’, transportaba 30 migrantes subsaharianos, incluidos un menor y una mujer. Al llegar a Arrecife, se continúa con el recuento de personas y la evaluación de su estado de salud.
Estas llegadas están marcadas por tragedias humanas, como fue el caso de un migrante que falleció tras ser rescatado en El Hierro. La ruta migratoria canaria recibió en Navidad a 515 personas, y las operaciones de rescate se han multiplicado en los días posteriores, con casi 400 migrantes salvados en un solo día. Además, se confirmó el fallecimiento de otro migrante y el estado crítico de varios más que fueron trasladados a hospitales. Paralelamente, se informó del hundimiento de una embarcación en Marruecos el 19 de diciembre con 80 personas a bordo, de las que solo 11 sobrevivieron, tragedia que el Gobierno de Mali ha reconocido, pues entre las víctimas mortales hay 25 nacionales malienses. Estas cifras y situaciones reflejan una crisis humanitaria que demanda una atención urgente.
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